jueves, 29 de enero de 2009

TIPOS DE VALORACIÓN NUTRICIONAL:

La finalidad de la valoración nutricional depende del marco en que se desarrolle. En estudios epidemiológicos puede tener un objetivo descriptivo para una población, mientras que en estudios analíticos ayuda a relacionar las características nutricionales del g rupo de estudio con la presencia de enfermedad.
En la práctica clínica, el objetivo fundamental de la valoración nutricional es identificar a pacientes con malnutrición o con riesgo aumentado de complicaciones por su propia enfermedad o los tratamientos aplicados (cirugía, quimioterapia, radioterapia) que se beneficiarían de un adecuado abordaje nutricional. Por tanto, la valoración nutricional
ayuda a discriminar qué pacientes requieren actuación nutricional y permite una adecuada monitorización del tratamiento. En investigación clínica, la valoración nutricional ayuda a asegurar la comparabilidad de los grupos al inicio y a monitorizar la respuesta
al soporte nutricional.
Un adecuado estado nutricional permite mantener la composición corporal y las funciones celulares del organismo; por tanto, la malnutrición conlleva una serie de alteraciones anatómicas y funcionales. Las primeras son las más evidentes y suponen una pérdida de grasa corporal y de masa libre de grasa. Se caracterizan por pérdida de peso y disminución de las medidas antropométricas en caso de déficit calórico o por depleción de proteínas plasmáticas asociado o no a edemas, pero con normalidad de las medidas antropométricas en situación de aporte inadecuado de proteínas.
Las alteraciones funcionales son las más importantes, ya que condicionan la aparición de complicaciones asociadas a la malnutrición (disminución de la defensa contra la infección, dificultad para cicatrización de heridas...). Por tanto, los métodos de valoración funcional son los más adecuados para identificar a pacientes con riesgo de complicaciones asociadas a la malnutrición. De igual forma, las alteraciones anatómicas repercuten en la función celular cuando son extremas.
MÉTODOS TRADICIONALES DE
VALORACIÓN DEL ESTADO
NUTRICIONAL
A) Antropometría
El peso y la talla son las medidas antropométricas más sencillas de obtener y un buen método de valoración nutricional por su precisión, rapidez y reproductibilidad. Sólo se requiere una báscula de precisión y un tallímetro. La medición debe realizarse en condiciones adecuadas, en cuanto a la ropa o al calzado.

Índice de Masa Muscular (IMC)
19,9 kg/m2 Desnutrición
20-25 kg/m2 Normal
25-29,9 kg/m2 Sobrepeso
30-34,9 kg/m2 Obesidad grado I
35-39,9 kg/m2 Obesidad grado II
40 kg/m2 Obesidad grado III
La medida de los pliegues cutáneos y la circunferencia muscular del brazo son también un método aceptable para valorar la grasa corporal y el compartimento muscular. La medición más habitual es la del pliegue tricipital y el perímetro del brazo, en el punto medio del brazo no dominante entre el acromium y el olecranon.

B) Medición de proteínas plasmáticas:Las concentraciones plasmáticas de albúmina,
prealbúmina, transferrina y proteína ligadora del retinol (RBP) son reflejo del estado del compartimento proteico visceral. Se trata de proteínas de síntesis hepática, que pueden circular unidas a otras sustancias, son reactantes de fase aguda negativos y disminuyen en respuesta a traumatismos, cirugía, infecciones y otros procesos agudos, lo que
va a determinar sus niveles plasmáticos. Además hay otros factores, en este caso nutricionales, que van a limitar su utilidad:
C) Análisis de impedancia corporal
La valoración del estado nutricional a través del análisis de la impedancia corporal es un método sencillo y reproducible de evaluar la composición corporal.
D) Excreción de creatinina. Índice creatinina altura
La excreción de creatinina es un buen reflejo de la masa muscular y la masa libre de grasa, ya que se trata de un producto de degradación de una molécula que interviene en el metabolismo muscular:
la creatina. De los distintos índices que se han propuesto, el índice creatinina-altura (la masa l i b re de grasa se relaciona con la altura de las personas) es el más útil en la clínica, porque es independiente de la presencia de edemas o cambios en la composición corporal y permite una cuantificación aproximada del déficit de masa muscular en casos de malnutrición.
E) Linfocitos sanguíneos y pruebas de sensibilidad cutánea: se basa la valoración
nutricional a través de la medición de la inmunidad celular mediante cuantificación de linfocitos en sangre periférica y la respuesta cutánea a los antígenos de hipersensibilidad retardada.
VALORACIÓN GLOBAL SUBJETIVA (VGS)

Este método de evaluación del estado nutricional tiene mayor sensibilidad y especificidad que la valoración a través de medición de albúmina, transferrina, pruebas de sensibilidad cutánea, antropometría, índice de c reatinina-altura o el índice nutricional pro n ó s t ico5.
La VGS puede ser utilizada para predecir que pacientes requieren una intervención nutricional y cuáles se beneficiarían de un soporte nutricional intensivo.
Los datos obtenidos de la historia clínica serían:
evolución del peso, ingesta dietética actual en relación con la ingesta habitual del paciente, síntomas digestivos presentes en las últimas dos semanas, capacidad funcional y los requerimientos metabólicos.
Dentro del examen físico se evalúa la pérdida de grasa subcutánea, musculatura y la presencia de edema o ascitis. Cada uno de los apartados se valora como leve, moderado o severo y con los datos de todos ellos se clasifica a los pacientes en tres grupos:

– CATEGORÍA A: Pacientes con un adecuado
estado nutricional.
– CATEGORÍA B: Sospecha de malnutrición o
malnutrición moderada
– CATEGORÍA C: Pacientes que presentan una
malnutrición severa.

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